En este artículo se describe de forma esquemática una forma de construir una tabla periódica para moléculas diatómicas a partir de un cubo de Rubik. A través de los clásicos movimientos que permiten desplazar las piezas del cubo, se pueden representar los valores de las frecuencias de vibración para cada pareja de elementos en posiciones yuxtapuestas, ya sean moléculas homoatómicas o heteroatómicas. El resultado carece de la capacidad de predicción de otros modelos mucho más apropiados, pero es muy atractivo como juego y como expansión de la Tabla Periódica tradicional.