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El pasado 4 de febrero realizamos una visita multidisciplinar a Sevilla. Trabajamos en dos áreas, cultura religiosa y matemáticas, en sitios emblemáticos de tan bella ciudad. Nos acompañaron alumnos/as de 3ºESO y 1º de Bachillerato. Hubo un buen clima de convivencia, armonía y mucha interactividad en los actos programados.
Una de las prácticas de matemáticas que realizaron los/as alumnos/as de 3ºESO fue, mediante la semejanza de triángulos, medir la longitud de los brazos transversales del puente y la longitud de este sobre la dársena del río Guadalquivir. Los alumnos de 1ºBch, a través de la trigonometría y usando el hipsómetro (aparato para medir ángulos), midieron el ángulo de inclinación del mástil del puente y la abertura de luminosidad del mismo.
Realizamos dos visitas muy emotivas, una a la Basílica de la Esperanza de Triana. Los/as alumnos/as se quedaron impactados y emocionados ante la belleza, elegancia, majestuosidad de una de las titulares de la hermandad, la Virgen Esperanza de Triana, que junto a la otra Esperanza, Esperanza Macarena, ostentan el título de Señoras de Sevilla. Esta visita, junto a la otra realizada, a la Basílica del Gran Poder, en la plaza de San Lorenzo, fue muy comentada por el alumnado. La talla del Gran Poder, muy alta, esculpida en 1620, de gran realismo, les impactó mucho y les asombró su expresión de sufrimiento, con la cruz a cuestas, pero también su mirada acogedora, de esperanza y salvación. También este Cristo ostenta el título de Señor de Sevilla. Los demás titulares de ambas basílicas, objetos de mucha devoción por parte del pueblo sevillano, también fueron muy apreciados en su singular belleza, entre otros, las tallas de S.Juan Evangelista, de ambas iglesias y la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, del Gran Poder. El Cristo de las Tres Caídas, talla preciosa del S.XVI, no se encontraba en la Basílica de la Esperanza de Triana, porque se celebraba triduo en su honor, en la Parroquia de Santa Ana, por eso, aunque aparezca una foto, en la galería, de su vuelta a su iglesia, no pudimos verlo y admirarlo.
Paseamos por el casco histórico y, por la tarde, fuimos a otro sitio muy pintoresco de Sevilla, la Plaza de España, donde algunos/as alumnos/as probaron su maestría en los remos, en un ambiente distendido y relajado. Tuvimos la suerte de contar con un guía fantástico y experimentado en esta ciudad, nuestro compañero trianero, Carlos Palop. Se lo agradecemos y contamos también con la compañía de Raquel, nuestra compañera de lengua, que la echaremos de menos, cuando se vaya a otro centro. Desde aquí le deseamos lo mejor.