El pasado 28 de abril el profesorado participó en un taller de educación emocional. Nos reunimos a las 16:30 y al ritmo de músicas del mundo fuimos haciendo un recorrido por diferentes emociones y estados corporales con la finalidad de ser conscientes desde dónde trabajábamos y cómo nuestras sensaciones nos dan pistas importantes a tomar en cuenta para el trabajo cotidiano. Utilizamos la música como vehículo de conducción y expresión de emociones.
Somos conscientes que el desarrollo emocional es indisociable al desarrollo de la persona, por lo que nos planteábamos la necesidad de contemplar la educación emocional como parte integrada en el proceso educativo. ¿Cómo no empezar trabajando estos aspectos en nosotros y nosotras mismas que como docentes compartimos un montón de horas con alumnado al que queremos transimitirles todas estas ideas?
"Empezar por uno, por una misma antes que con los demás"
Queremos compartir con el resto de la comunidad educativa las aportaciones que hemos recogido sobre el DAFO que elaboramos en esta sesión. Con este instrumento pretendemos reflexionar sobre la utilidad, viabilidad, importancia de la educación emocional, y el cómo integrarla en nuestra dinámicca cotidiana del aula, del centro. Abrir un gran debate donde se creen espacios para opinar, intercambiar, compartir, nos irá metiendo de lleno en dinámicas verdaderamente cooperativas y constructivas de gestión del centro.
Y desde aquí ¿Por qué no plantearnos generar una cultura de educación emocional en nuestro centro?
Agradecemo a Paquí que nos deleitara con una taza de chocolate y una tarta. ¡Chocolate para el alma, qué mejor forma de compartirnos!