“El aprendizaje al revés”, rompe la estructura tradicional del aula donde el docente invierte mucho de su tiempo en “la explicación” de los temas, para que después los estudiantes realicen tareas en casa. Se intenta dar la vuelta a este proceso de manera que podamos tener más tiempo en el aula para trabajar, realizar experimentos, actividades, poder atender a los estudiantes con mayor eficacia..., mientras estos, previamente, repasan y atienden a las explicaciones que sus profesores han preparado para ellos, incluso, antes de clase.